Lectura tras las rejas: historias sin libertad

El objetivo principal del desafío "Lectura tras las rejas: historias sin libertad" fue sensibilizar a los estudiantes respecto a la realidad que viven las mujeres privadas de libertad, que pudieran crear iniciativas que las ayuden a salir de la desolación en la que se encuentran por estar alejadas de sus familias y afectos, pensando en ellas más allá de los motivos que ocasionaron su estadía en la cárcel.
Los docentes Claudio Osses y Josefa Jiménez invitaron a los estudiantes a volar la imaginación y el resultado fueron más de 50 libros que, cada uno, contienen en su primera página una dedicatoria pensando en ellas.

Miércoles 26 de octubre 2022:

“Fue mucho más que una donación de libros. El miércoles 26 de octubre dimos por finalizado nuestro Proyecto de Semana i, "Lecturas tras las rejas. Historias sin libertad", con la entrega de cerca de 60 símbolos de esperanza, compañía y contención para las reclusas del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Santa Cruz, VI Región.

La primera sorpresa fue para nosotros, al darnos cuenta del genuino agradecimiento que recibiríamos de parte de Gendarmería de Chile, en manos del Director Regional de O’Higgins, Coronel Gonzalo Hermosilla, quien nos esperó en su oficina de Rancagua para felicitarnos por la iniciativa, escuchar de parte nuestra los objetivos del proyecto y evidenciar las ganas de mantener un vínculo en el tiempo, en la línea del sello que ha tratado de impartir desde su llegada a la región, en temas relacionados con los derechos humanos y la reinserción de las personas privadas de libertad. La segunda parada fue cerca del mediodía en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Santa Cruz, a 200 kilómetros de la UDD, lugar que alberga a cerca de 200 reclusos y 15 mujeres privadas de libertad. Nos estaban esperando, entendiendo que llevábamos con nosotros un regalo que podría parecer sólo material, pero que resultó ser un tesoro para ellas, iluminando sus rostros, con gestos que nos hicieron entender que nuestro propósito estaba cumplido.

Recorrimos todo el lugar, acompañados de nuestros anfitriones y bajo la mirada atenta de quienes viven día a día la desolación de una cárcel. Pabellones de hombres, cocina, comedor, talleres manuales que contribuyen a la reinserción social de los reclusos y espacios de recreación existentes en esa gran casona. "Suban", gritaban las reclusas, indicando que nuestro encuentro estaba por concretarse. Al mismo tiempo, uno de los gendármenes cargaba de una sola vez las 3 cajas de libros que llevábamos de regalo.

Escaleras, pasillos, rejas, puertas y pasadizos nos hicieron llegar a una de las salas de clases del colegio inserto dentro de la cárcel, lugar en el que los reclusos pueden nivelar sus estudios, aprender a leer y avanzar en su escolaridad.

Nos escucharon atentas, silenciosas y sorprendidas por el resultado de un desafío propuesto a estudiantes que viven en un lugar y situación tan distinta a la de ellas. Les contamos en detalle los 3 días experimentados con estudiantes de ingeniería, diseño, medicina, obstetricia, enfermería, psicología y periodismo, valorando, más que los textos, las dedicatorias incluidas en ellos, como resultado de un trabajo reflexivo, plagado de empatía.

Fue el momento de invitarlas a abrir las cajas, elegir uno o más libros para leer las dedicatorias y escuchar sus reacciones.

Muchas de ellas, con la voz entre cortada, leyeron en voz alta las dedicatorias y nos explicaron las razones de esa profunda emoción. María, sin poder casi hablar, nos relató que le emocionaba saber que jóvenes que no las conocen pudieran pensar ellas escribiendo lo que salía de sus corazones.

La mayoría coincidió en que este regalo les permitiría echar a volar su imaginación y situarse en espacios, historias y lugares distintos a la cárcel. Abrazaron los libros como verdaderas joyas y nos pidieron que agradeciéramos a cada uno de los estudiantes haberse dado el tiempo de acompañarlas a la distancia.”

Profesores a cargo: Claudio Osses y Josefa Jiménez
Carrera: Enfermería
Colaboradora: Pamela Rodríguez

"A las Olvidadas" es el nombre del proyecto español inspiración de este desafío de Semana i. Gracias a él, se han recolectado más de 8.000 libros dedicados, pensando en mujeres de diez centros penitenciarios de ese país.